Cefalea en racimos. Manifestaciones clínicas. Historia natural. Tratamiento

  1. Higes Pascual, Félix
  2. Sánchez-Migallón Díaz, M.J.
  3. Serrano González, Carolina
  4. Yusta Izquierdo, Antonio
Revista:
Medicine: Programa de Formación Médica Continuada Acreditado

ISSN: 0304-5412

Año de publicación: 2007

Título del ejemplar: Enfermedades del sistema nervioso (II)

Serie: 9

Número: 71

Páginas: 4525-4532

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/S0211-3449(07)74587-3 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

PUNTOS CLAVE Manifestaciones clínicas. El diagnóstico de la cefalea en racimo es clínico, con un cuadro bien definido que se puede diferenciar fácilmente de las demás cefaleas primarias. La cefalea es unilateral, afectando el dolor siempre a territorio inervado por la rama del trigémino y por tanto con una distribución preferentemente orbitaria. El perfil temporal es también característico, con ataques autolimitados de entre 15 y 180 minutos de duración. Los ataques pueden aparecer varias veces al día, varios días seguidos (racimo). Historia natural. En la historia natural de la enfermedad hay dos formas evolutivas: cefalea en racimos episódica con períodos de dolor (racimos) con una duración entre 3 semanas y 3 meses y un período asintomático entre racimos que generalmente es alrededor de 18-24 meses. Una parte de los pacientes evoluciona hacia una cefalea en racimos crónica en la que no hay períodos de remisión en, al menos, un año. Esta última es la forma de inicio en un pequeño porcentaje de pacientes. Medidas terapéuticas. El tratamiento tiene varios aspectos. Por una parte, tenemos el tratamiento sintomático de la crisis de dolor; siendo los más efectivos el oxígeno inhalado a alto flujo y el sumatriptán subcutáneo. Es precisa, además, una profilaxis transitoria para abortar el racimo y evitar una recaída precoz; el tratamiento más efectivo son los corticoides (prednisona vía oral). En tercer lugar es precisa una profilaxis de mantenimiento para consolidar la remisión y evitar asimismo una recaída precoz; los más utilizados son verapamil y litio. También son útiles diferentes fármacos antiepilépticos como el ácido valproico, topiramato y gabapentina. En los casos refractarios al tratamiento médico se han planteado diferentes tratamientos quirúrgicos de los cuales el más novedoso es la neuroestimulación hipotalámica posterior.