Epidemias, brotes y atención primaria¿qué tenemos que saber? (y II)

  1. Javier Padilla Bernáldez 1
  2. Pedro Gullón Tosio 2
  1. 1 Centro de Salud Fuencarral
  2. 2 Universidad de Alcalá (Madrid)
Revista:
FMC: Formación Médica Continuada en Atención Primaria

ISSN: 1134-2072

Año de publicación: 2021

Volumen: 28

Número: 2

Páginas: 68-73

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/J.FMC.2020.11.003 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

Otras publicaciones en: FMC: Formación Médica Continuada en Atención Primaria

Objetivos de desarrollo sostenible

Resumen

• La participación de los profesionales y las profesionales de medicina y enfermería familiar y comunitaria en las tareas de estudio de casos sospechosos y contactos debería aportar algunos aspectos basados en las características fundamentales de la atención primaria y su cercanía con el entorno comunitario. • El estudio de contactos consiste en identificar a las personas que han podido estar expuestas a un posible contagio por parte del caso, clasificarlas según la intensidad de contacto (o la probabilidad de haberse contagiado), realizar las pruebas diagnósticas que sean pertinentes y establecer un programa de seguimiento adecuado. • La gestión de brotes trae consigo, como toda práctica en el ámbito de la salud, la aparición de diferentes consideraciones éticas que han de ser tenidas en cuenta, abordadas e integradas en la práctica habitual. • Los profesionales de atención primaria pueden verse envueltos en la necesidad de gestionar situaciones epidémicas desde prismas muy diferentes (tratamiento clínico, estudio de contactos, apoyo a tareas de educación comunitaria, etc.); por ello, y especialmente cuando se produzca en un entorno de alta incertidumbre y falta de conocimiento, es necesario delimitar el ámbito de experiencia y conocimiento, reconociendo lo que se desconoce y buscando apoyo donde sea preciso. • La mayor vulnerabilidad de las sociedades contemporáneas a la aparición de brotes y epidemias durante las últimas décadas hace que desde la atención primaria se vaya a tener que actuar, en ocasiones, como el lugar desde el cual enarbolar una respuesta polivalente que capacite a los sistemas sanitarios basados en la atención al paciente crónico, de modo que puedan dar respuesta a lo recurrente, aunque inesperado.