Variaciones morfológicas en poblaciones de jutia conga, Capromys Pilorides (Rodentia Capromyidae) y su relación con la conservación
- DE LA FUENTE ARZOLA, JOSÉ LUIS
- Vicente Berovides Álvarez Director
- Josabel Belliure Ferrer Director
Universidade de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 24 de xuño de 2019
- Antoni Escarré Esteve Presidente/a
- Rubén de Jesús Chamizo Pérez Secretario/a
- Ángel Arias Barreto Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Las poblaciones de Jutía Conga (Capromys pilorides) ocupan un amplio espectro de hábitats con distintas formaciones vegetales en Cuba. En la actualidad no se ha explorado si existen variaciones morfológicas entre poblaciones ligadas a las condiciones que ofrecen estos hábitats. Dichas investigaciones permiten inferir caracteres adaptativos derivados de las condiciones locales. Dado que uno de los objetivos de la conservación de las especies lo constituye el garantizar la continuidad de los procesos evolutivos, la existencia de rasgos adaptativos en las distintas poblaciones pudiera considerarse para delimitar diferentes “unidades de significación evolutiva” para el manejo y la conservación de la especie. En ese contexto, el presente trabajo tiene como objetivo determinar la relación entre variables morfológicas adaptativas y factores climáticos y de estructura de la vegetación, en poblaciones de jutía conga que viven en las formaciones vegetales de manglar, bosque y vegetación xerofítica en Cuba. Si las condiciones de los distintos hábitats difieren suficientemente entre ellos, la morfometria y morfofisiología de las poblaciones de jutía conga que los habitan pueden presentar adaptaciones locales diferenciadas. Y en ese caso, las poblaciones diferenciadas representarían “unidades de significación evolutiva” para la conservación de la especie. Se estudiaron las variaciones morfométricas y morfofisiológicas en ocho poblaciones de jutía conga de hábitats diferentes (manglar, vegetación de costa de cayo, bosque de ciénaga, matorral xeromorfo y bosque semideciduo) en los meses de febrero, marzo y abril (finales de la seca) y agosto, septiembre y octubre (finales de la lluvia) de los años 2007 y 2008. Para ello se capturaron 768 individuos adultos de jutía conga, 417 hembras y 351 machos. Las poblaciones estudiadas fueron: Área Protegida de Recursos manejados Las Picuas, Najasa e Isla; Parque Nacional Jardines de la Reina, Ciénaga de Zapata y Península de Guanahacabibes; Refugio de Fauna Cayo Saetía, y Reserva Ecológica Hatibonico. A cada ejemplar capturado se efectuó un grupo de mediciones de variables potencialmente adaptativas; estas variables se utilizaron para elaborar índices con el fin de determinar el grado de adaptación local y el grado de diferenciación entre las poblaciones. Posteriormente, a partir de esta información se establecieron categorías infraespecíficas para la conservación. Se analizaron 22 variables morfométricas y morfofisiológicas. Nueve variables se consideraron en sus valores absolutos: peso corporal (PC), peso del hígado (PH), largo corporal total (LT), largo cabeza tronco (LCT), largo de la cola (Co), pie izquierdo con uña (Pi), grosor de la médula (GM), corteza renal (GC), y largo de la última porción del intestino grueso (LIG). Trece variables se consideraron en sus valores relativos, ponderadas con respecto al LT y LCT para obtener los siguientes índices: Robustez (Ro), condición física (CF), peso por milímetro lineal (PL), pie relativo (PiR), cola relativa (CoR), índice de absorción de agua, dos índices de reabsorción de agua, tres índices de nutrición, índice largo-pie/largo-cola, y el índice de dimorfismo sexual. Para todas las variables consideradas se estudió también la respuesta diferencial adaptativa entre sexos dentro de cada población. Y para identificar procesos de adaptación se utilizó un índice climático de Martonne como indicador de las condiciones locales. Los resultados mostraron diferencias estadísticamente significativas entre las poblaciones de los hábitats bosque y manglar en cuanto a las variables absolutas y relativas, con valores de incremento del LCT entre poblaciones a medida que se pasaba del manglar al bosque. Se detectó una fuerte asociación entre LCT, PC y Pi, así como de los índices de absorción, reabsorción y nutrición, con respecto al índice climático de Martonne, lo que refleja un proceso de adaptación local. Estos resultados sugieren la determinación de cuatro grupos de “unidades de significación evolutiva” para el manejo y la conservación de la jutia conga en Cuba, conformados por las poblaciones de los siguientes hábitats: manglar, ciénaga y vegetación xerofítica, bosque con individuos de hábitos arborícolas, y bosque con individuos de hábitos terrestres.