Poverty statics and dynamicsdoes the accouting period matter?
- Río Otero, Coral del
- Cantó Sánchez, Olga
- Gradín Lago, Carlos Manuel
ISSN: 1578-0252
Año de publicación: 2002
Número: 22
Páginas: 7-51
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Papeles de trabajo del Instituto de Estudios Fiscales. Serie economía
Resumen
El análisis de la pobreza en un determinado país en un momento dado se suele basar en indicadores económicos como el gasto o el ingreso equivalente durante un determinado periodo de tiempo de individuos u hogares. Así, gran parte de la literatura sobre pobreza ha centrado sus esfuerzos en contrastar la sensibilidad de sus resultados ante cambios en la escala de equivalencia utilizada o en la línea de pobreza que permite identificar a la población pobre. En cambio, rara vez se ha adentrado esta literatura en el análisis de sensibilidad de los resultados al periodo de medición del ingreso considerado, a pesar de que, como indican Bradbury et al. (2001), ésta es una cuestión muy relevante a tener en cuenta en la medición de la pobreza. En efecto, la elección de un periodo u otro de medición del ingreso puede tener importantes consecuencias sobre las dimensiones estáticas de la pobreza, tanto sobre la incidencia como sobre la caracterización de los hogares pobres y también puede afectar significativamente a la estimación de la intensidad de la pobreza y de la desigualdad de ingresos entre los pobres. Además, esta elección puede tener consecuencias sobre los resultados relacionados con la dinámica de la pobreza, es decir, sobre la movilidad del ingreso de los individuos u hogares de baja renta y, por tanto, sobre las tasas de salida y entrada al grupo de los pobres y la caracterización del grupo de los que logran salir de una situación de pobreza o los que son especialmente "vulnerables" a caer en la misma. Así, el objetivo de nuestro trabajo es el de analizar los efectos de la utilización de distintos periodos de medición del ingreso del hogar sobre los resultados de pobreza tanto estática como dinámica para España. Para ello utilizamos una base de datos longitudinal que nos ofrece información sobre varios periodos de ingreso de los hogares españoles. Es importante destacar que el objetivo de nuestro trabajo no es una cuestión meramente técnica, sino que el análisis puede tener importantes consecuencias en términos tanto de diseño de políticas públicas de erradicación de la pobreza como de su evaluación. Como indican Bradbury et al. (2001), muchos de los programas de transferencias de renta en los países industrializados clasifican a los hogares beneficiarios por sus ingresos durante un determinado mes o, incluso, durante un periodo más corto en lu- gar de utilizar el ingreso anual del hogar (por ejemplo: los subsidios no contributivos por desempleo, las rentas mínimas de inserción de las comunidades autónomas, etc.). Implícitamente, este tipo de condiciones para la percepción de una prestación pública reconocería el razonamiento de Gottschalk (1997) que indica que la suavización del consumo es complicada para los hogares situados en la parte más baja de la distribución de la renta por las restricciones de liquidez a las que se enfrentan. Así, el uso de periodos cortos de medición del ingreso permitiría capturar a todo este grupo de hogares objetivo de la política. De este modo, y en primer lugar, cualquier política cuyo objetivo sea la reducción de la pobreza ha de tener en cuenta los efectos sobre su población objetivo de las decisiones que tome sobre el periodo de medición del ingreso en la lista de condiciones para que un hogar entre a formar parte del colectivo beneficiado por el programa. Nuestros resultados indican que cuando utilizamos un periodo de medición del ingreso trimestral obtenemos un grupo de hogares pobres más numeroso que si utilizamos un periodo de medición del ingreso más largo (anual). Además, utilizando como clasificación el ingreso trimestral somos capaces de capturar hasta casi la mitad de los hogares vulnerables a la pobreza (que tienen alto riesgo de caer en la misma) en términos anuales mientras que si utilizamos el criterio anual capturamos únicamente un 30 por ciento de los hogares que son pobres vulnerables a la pobreza con un periodo de medición más corto. En cuanto a las características de los hogares pobres vemos que son ligeramente distintas, ya que si utilizamos el ingreso trimestral encontramos un mayor número de hogares pobres cuyos sustentadores principales tienen entre 35 y 45 años y con niveles medios y altos de cualificación. En segundo lugar, una vez llevados a cabo los programas, nuestros resultados indican que los analistas sociales implicados en evaluar la eficacia de las políticas públicas deberían ser consistentes en su definición de hogar pobre. Ruggles (1990) utiliza un ejemplo ilustrativo en el que la evaluación de la eficacia de un programa público está sesgada dado que la condición de renta utiliza un periodo de medición del ingreso mensual mientras que las cifras oficiales de pobreza utilizan un periodo de medición anual. En nuestro caso observamos que un 7 por ciento de los hogares españoles son clasificados de forma distinta si utilizamos dos criterios distintos de medición del ingreso. Así, al evaluar una política pública, podríamos estar sacando conclusiones de ineficiencia cuando parte de ésta podría deberse a este error de clasificación