Datos, información y conocimientopromesas y realidades de la red global

  1. Briones Delgado, Jesús Mariano
Dirigida por:
  1. Ludolfo Paramio Rodrigo Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 25 de septiembre de 2014

Tribunal:
  1. María Esther del Campo García Presidente/a
  2. José Miguel Marinas Herreras Secretario/a
  3. J. Ignacio Criado Vocal
  4. Antonio Natera Peral Vocal
  5. Virginia Hernanz Martín Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Palabras Clave: Sociedad de la Información, Nuevas Tecnologías de la Información, TIC, datos, información, conocimiento, Revolución Tecnológica, impacto económico de las NTI.El enorme avance de las tecnologías de la información y la comunicación durante las últimas décadas ha generado afirmaciones a menudo presentes en el fundamento de todo tipo de análisis de la actualidad. Se han hecho afirmaciones quizás exageradas y a veces contradictorias sobre el impacto de Internet y la supuesta revolución provocada por las Nuevas Tecnologías de Información (NTI). Todas las preguntas que nos hagamos deben girar necesariamente en torno a si las llamadas NTI son nuevas herramientas de control o de liberación del ser humano en esta sociedad de la información y del conocimiento. Este trabajo se centra en el análisis pormenorizado de los aspectos económicos, políticos y sociales del auge de las TIC y evidenciar si nos encontramos en una quinta revolución industrial. Como resumen:o Establecer si estamos ante una transformación real de la sociedad y la economía, o si solamente es un factor más de la globalización de las comunicaciones, del comercio y de los movimientos financieros.o Analizar el conocimiento organizacional y explorar los efectos de la web colaborativa respecto a su implicación en las organizaciones. o Identificar si las nuevas tecnologías de la información y conocimiento han provocado la creación de nuevas formas de relación en los entornos empresariales y sociales.El impacto de las nuevas tecnologías de la información no es relevante hasta el punto de alterar el sistema productivo y por ende tampoco los sistemas políticos y sociales. Lo que es indiscutible es el efecto en nuestras vidas. Se ha evidenciado que las tecnologías solas no transforman la economía, ni los mercados, ni las sociedades. Lo que realmente los transforma es un cambio de modelo económico, un cambio de modelo de negocio, un cambio de modelo de sociedad. No parece que se estén dando las premisas de una revolución científica que cambie el paradigma actual. Estamos en una evolución de los sistemas existentes, de las tecnologías que emergieron masivamente en la década de 1970 limitado a una gran parte de la población mundial.Por otro lado, la información por sí sola no genera conocimiento. Identificar el conocimiento útil sigue siendo crítico y no parece que venga dado por ninguna tecnología hasta ahora conocida. Necesitamos a quien lo genere. Asimismo, se hace necesaria una reflexión que permita dilucidar si la falta de regulación de la red responde a una interesada opacidad de la que aún desconocemos sus consecuencias. La enorme dispersión, la falta de concentración y, sobre todo, concreción puede estar minando la calidad y la fuerza del pensamiento. Se hace difícil confirmar el potencial productivo de las soluciones basadas en herramientas colaborativas y afirmar que la utilización masiva de las tecnologías de información y comunicación mejora la coordinación tanto interna de las empresas, como externa en la cadena de valor. Y que ambos enunciados reducen los costes de transacción y permiten incrementar la productividad de las organizaciones. El nivel medio de utilización de Internet en las empresas es todavía bajo, especialmente en cuanto al uso de las tecnologías colaborativas. La incorporación de tecnologías colaborativas en las organizaciones no parece que vaya a cambiar ni sus jerarquías ni los procesos de toma de decisiones que tienen establecidos. No hay indicadores que apunten a un verdadero cambio en las estructuras y jerarquías establecidas. Por lo tanto, parece que no nos encontramos ante una tecnología que pueda producir alteración de los sistemas de transmisión del conocimiento aplicados a incrementos de productividad.