La cultura de los países de habla inglesa en la obra periódica de Álvaro Cunqueiro en el Faro de Vigo (1961-1981)
- Jarazo Álvarez, Rubén
- Antonio Raúl de Toro Santos Director/a
Universitat de defensa: Universidade da Coruña
Fecha de defensa: 18 de de juny de 2009
- Luis Alberto Lázaro Lafuente President
- David M. Clark Secretari/ària
- José Miguel Alonso Giráldez Vocal
- Margarita Estévez Saá Vocal
- John Rutherford Vocal
Tipus: Tesi
Resum
La evolución histórica de la literatura gallega ha estado determinada por la pertenencia a un sistema literario propio de un estado plurinacional que sólo admitió como oficial a una de las múltiples lenguas existentes. Así, mientras la literatura española disfrutó de toda la protección del estado, las literaturas gallega, vasca y catalana fueron perseguidas, prohibidas e incluso sufrieron la represión del propio estado. No estuvieron presentes en la escuela, ni en la universidad, ni en los medios de comunicación. Incluso en Galicia una institución como la Iglesia estuvo en contra de su uso. La literatura galaico-portuguesa, que produjo en la Edad Media obras de gran importancia literaria, no fue cultivada hasta bien entrado el siglo XIX. A partir de esta fecha, el Rexurdimento de la literatura gallega inicia una tendencia de normalización cultural - que es similar a la de otros países que sufrieron la influencia del romanticismo - que culminaría a comienzos del siglo XX gracias a la labor de unas minorías intelectuales que procuraron situar a Galicia a la misma altura de las otras naciones europeas, proceso truncado por la frustración de la Segunda República. Algunos miembros destacados de estas minorías optaron, como vía alternativa frente al denominado clasicismo mediterráneo, por su inserción en el mundo del celtismo. Fruto de esta corriente, fue la introducción de la obra de autores anglo-sajones en el ámbito de la literatura gallega. Por otra parte, no nos debe sorprender que la literatura anglófona desempeñe una influencia relevante en la literatura gallega dado que ésta constituye desde hace siglos un referente ineludible dentro de la tradición literaria universal. Curiosamente, es justo esta literatura inglesa canónica la que durante siglos se nutrió de obras de literatos periféricos como Henry James, Conrad, W.B. Yeats, James Joyce, Samuel Beckett o, en el panorama literario actual, James Kelman, Alan Warner o Irvine Welsh. Al tratar de abordar la influencia de las literaturas anglófonas en el ámbito de la cultura gallega optamos por centrarnos en el estudio de un autor destacado, Álvaro Cunqueiro (Mondoñedo, 1911 - Vigo, 1981), convertido ya en vida en una de las figuras más relevantes de la literatura gallega de posguerra y de mirada más universal. Dentro del panorama de la literatura gallega, Cunqueiro es el escritor que más contribuyó a ofrecer desde Galicia una visión personal y original de mitos y personajes centrales, tanto de la literatura anglófona, como de la francesa o de la oriental. Por todo esto, merece ser estudiado dentro del ámbito de las relaciones literarias entre Galicia y el mundo anglosajón, no sólo por escribir obras de la importancia de Merlín e familia (1955) o O incerto señor don Hamlet, Príncipe de Dinamarca (1958), sino también por la gran cantidad de referencias intertextuales que nos ofrece en su obra poética, en el ensayo, y muy especialmente en su obra periodística, dispersa por numerosos periódicos y revistas de medio mundo durante más de tres décadas. En definitiva, esta tesis pretende dar respuesta a una pregunta obligada: ¿existe la influencia de la cultura de los países de habla inglesa en la obra periodística del autor, más allá de los clásicos géneros de la poesía, narrativa y el teatro? ¿Qué características tiene esta incidencia en su obra periodística? ¿Qué relevancia tienen las nombradas culturas en el contexto global de su obra, en el Faro de Vigo, en el sistema literario gallego y en la posguerra española? Intentaremos dar respuesta a estas cuestiones a través de la producción de Álvaro Cunqueiro en el Faro de Vigo entre los años 1961, en el que se incorpora al periódico con regularidad, y el año 1981, año de su muerte.