Estrategias frente a la nefrotoxicidad de los medios de contrastediagnóstico temprano y prevención terapéutica

  1. Hernández Sánchez, María Teresa
Zuzendaria:
  1. Ana Isabel Morales Martín Zuzendaria
  2. R. Laura Vicente Vicente Zuzendarikidea

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 2019(e)ko iraila-(a)k 05

Epaimahaia:
  1. M. José González Muñoz Presidentea
  2. Ignacio Cruz González Idazkaria
  3. María Aránzazu Martínez Caballero Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

Los medios de contraste son un grupo de medicamentos utilizados para mejorar la visualización de determinadas estructuras anatómicas y órganos, diferenciar los tejidos patológicos de los sanos y delinear mejor las estructuras vasculares mediante técnicas de imagen. De entre ellos, los contrastes yodados hidrosolubles son los causantes de la nefropatía inducida por contrastes (NIC). La NIC es el principal efecto adverso originado tras la administración de los medios de contraste yodados. Se define como un aumento en la creatinina plasmática ≥0,5 mg/dL, o un incremento ≥25 % respecto a la creatinina basal a las 48-72 horas tras la exposición al contraste, cuando otras explicaciones para el deterioro renal han sido descartadas. Esta creatinina alcanza su valor máximo a los 3-5 días y regresa a niveles basales pasadas 1-3 semanas. La NIC es la tercera causa de daño renal agudo (DRA) adquirido en los hospitales, y los pacientes que la desarrollan tienen una peor evolución clínica y presentan una mayor frecuencia de efectos adversos, prolongándose el tiempo de estancia hospitalaria o incluso siendo necesario el ingreso en unidades de cuidados intensivos. En clínica, el diagnóstico de la NIC se basa únicamente en la medida de los niveles plasmáticos de creatinina. Sin embargo, los niveles de creatinina parecen no mostrar un aumento significativo hasta que la función renal ya ha disminuido en un 50 %. Por ello, en los últimos años se han identificado diversos biomarcadores de daño renal temprano. Algunos de ellos son la lipocalina asociada a la gelatinasa de neutrófilos (NGAL), la enzima N-acetil-β-D-glucosaminidasa (NAG), la molécula de daño renal 1 (KIM-1), la interleucina 18 o la cistatina C. En nuestro grupo de investigación se ha desarrollado en los últimos años un concepto innovador. Se ha demostrado que la exposición a diferentes sustancias nefrotóxicas, tanto fármacos como contaminantes ambientales, a dosis que no son tóxicas para el riñón, lo sensibilizan a la acción de un nuevo nefrotóxico, administrado también a dosis subtóxicas. A esta condición se la ha denominado predisposición adquirida al DRA, y se define como el estado de sensibilización en el que se encuentra un paciente para sufrir un DRA si se ve expuesto a una sustancia nefrotóxica a dosis que en un individuo sano no causarían ningún daño. Esta situación no es posible detectarla con los marcadores de función renal existentes en la clínica. La importancia de esta situación reside en que, individuos aparentemente no afectados por los efectos adversos de un tratamiento o la exposición a determinadas sustancias podrían estar, sin saberlo, más expuestos a desarrollar un DRA. Asociados a esta condición se han identificado diversos biomarcadores de predisposición. En base a los mecanismos implicados en la patogénesis de la NIC, numerosas estrategias han sido estudiadas con la finalidad de prevenir su aparición. Puesto que el estrés oxidativo es un mecanismo implicado de manera directa en la toxicidad celular de los medios de contraste, numerosos compuestos con propiedades antioxidantes han sido estudiados como terapia preventiva de la NIC. Uno de los que se ha estudiado a nivel preclínico es la quercetina. La quercetina es un flavonoide vegetal que, en estudios preclínicos, ha demostrado proteger frente a la nefrotoxicidad de los medios de contraste, así como de otros compuestos (cisplatino y cadmio). Basados en los resultados descritos, la quercetina se presenta como un potencial compuesto nefroprotector, que pudiera ser capaz de paliar o remitir los efectos tóxicos inducidos por los medios de contraste. Por ello el objetivo principal de este trabajo fue la búsqueda de estrategias que ayudasen a prevenir, o al menos paliar, la nefrotoxicidad de los medios de contraste. Para ello se plantearon dos abordajes, el diagnóstico temprano y la terapia preventiva En este estudio se planteó un modelo animal de predisposición adquirida al DRA mediante la administración de un medio de contraste, en el que se identificaron diversos biomarcadores de predisposición capaces de identificar dicha condición. Posteriormente se planteó un estudio clínico con pacientes del Servicio de Cardiología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca que iban a recibir un medio de contraste como parte de su tratamiento. Tras analizar las muestras de orina, previas a la administración del medio de contraste, de dichos pacientes, se observó que, diversos marcadores de predisposición presentaban una mayor excreción en aquellos pacientes que posteriormente desarrollarían NIC. Para estudiar la capacidad protectora de la quercetina frente a la NIC, se planteó un ensayo clínico en fase II con pacientes del Servicio de Cardiología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca a los que se les iba a administrar un medio de contraste. Los pacientes fueron divididos en dos grupos, uno de los cuales recibió el tratamiento preventivo con quercetina. Se observó que, en aquellos pacientes a los que se les administró quercetina, la incidencia de NIC fue menor, así como la variación de diversos biomarcadores urinarios de daño renal entre el momento previo a la administración del medio de contraste y el de más daño.