Terapia de inducción con Basiliximab y su repercusión en la función renal posterior al trasplante hepático

  1. TORTOLERO GIAMATE, LAURA MARÍA
Dirixida por:
  1. Javier Nuño Vázquez-Garza Director

Universidade de defensa: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 22 de setembro de 2017

Tribunal:
  1. Victor Sánchez Turrión Presidente/a
  2. Pedro Carda Abella Secretario/a
  3. Luis Carlos Jiménez Romero Vogal
Departamento:
  1. Cirugía, Ciencias Médicas y Sociales

Tipo: Tese

Teseo: 535673 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumo

La insuficiencia renal aguda (IRA) es una complicación frecuente en el postoperatorio inmediato del trasplante hepático (TH), cuya incidencia varía entre un 12 y un 94,2%. Entre ellos, el 5-35% requiere terapia renal sustitutiva (TRS), que constituye un factor de riesgo independiente asociado a la mortalidad. La amplia variabilidad en la incidencia obedece a los distintos criterios utilizados para su definición y a las pautas de terapia inmunosupresora usada, nefroprotectora o no, así como a los criterios de inclusión de los diferentes estudios. Varios factores pueden intervenir, con diferente grado de importancia, en el desarrollo de la IRA posterior al TH. Algunos dependen del estado del paciente antes del trasplante y otros pueden tener su origen en los cambios hemodinámicos intraoperatorios, las complicaciones postoperatorias o la terapia inmunosupresora. Métodos: Es un estudio retrospectivo donde se evalúan a 231 pacientes consecutivos, objeto de un TH en el Hospital Universitario Ramón y Cajal. Estos pacientes se dividieron en 2 grupos, según la pauta inmunosupresora recibida. Grupo A (introducción precoz de Tacrolimus) y Grupo B (terapia de inducción con Basiliximab e introducción tardía de Tacrolimus). Se determinó la incidencia de IRA en los 10 días posteriores al TH, según la clasificación de KDIGO y se evaluaron los factores de riesgo asociados con la IRA y la mortalidad al año. Resultados: Ambos grupos de tratamiento fueron homogéneos en la mayor parte de las variables analizadas. La incidencia global de IRA fue del 59,8% (138 pacientes), la necesidad de TRS fue del 17,3% (40 pacientes). La incidencia de IRA por grupos de tratamiento, fue significativamente menor en el grupo B frente al grupo A (49,2% vs 70,8%). En el análisis multivariante, el uso del Basiliximab fue un factor de protección para el desarrollo de IRA, reduciendo su aparición en un 78%. La puntuación de MELD, el uso de fármacos vasoactivos intraoperatoriamente y la transfusión de concentrados de hematíes en las primeras 24 horas post TH fueron factores de riesgo para desarrollar IRA. Por otra parte, la supervivencia global anual post TH fue del 85,2% (n: 197). Las complicaciones quirúrgicas (reintervención, trombosis de arteria hepática y de vena porta y fuga biliar) y la necesidad de TRS fueron factores de riesgo asociados a la mortalidad, aumentando su probabilidad 7 veces cuando alguna de estas variables estaba presente. Por otra parte, la realización de derivación portocava (DPC) resultó ser un factor protección frente a la mortalidad reduciendo su aparición en un 70%. Conclusiones: La inmunosupresión de inducción con Basiliximab permite la introducción tardía y en dosis más bajas de anticalcineurínicos sin mayores tasas de infección y con menores tasas de rechazo del injerto. El basiliximab es un factor de protección frente a la IRA. La DPC es un factor de protección frente a la mortalidad al año. Estos resultados aportan un beneficio clínico al permitir modificaciones terapéuticas ventajosas para los pacientes. No obstante, estos resultados deberán ser confirmados por estudios clínicos prospectivos y aleatorizados.