Nueva museología y museología social. Análisis de su evolución y situación actual en España y propuestas de futuro

Resumen

Los museos en nuestra sociedad actual son instituciones que almacenan y conservan la herencia patrimonial y que se han constituido como referentes para el desarrollo potencial (social, cultural y económico) de su entorno más inmediato. Se adecúan a los cambios y a los ritmos vertiginosos de la vida diaria, aproximando el patrimonio almacenado en sus salas al futuro la sociedad. Para llegar a esta concepción, éste ha ido sufriendo numerosos cambios; los más importantes acaecieron en los años sesenta y setenta del siglo XX, donde aparecieron voces que apostaron por otorgar mayor protagonismo al ser humano que al objeto en la institución museal. Un grupo de profesionales de distintos países que consideraron que el museo debía estar al servicio de las comunidades en las que se asentaban, como un instrumento que se plantease más allá de las barreras estéticas del objeto y de las fronteras físicas de la institución, y que veían en el museo un lugar capaz de ayudar a resolver las necesidades y problemas de las comunidades. Las consecuencias de este proceso se tradujeron en un crecimiento de la demanda del museo como una institución para el desarrollo social y cultural de las poblaciones, una redifinición de las tipologías museísticas y de los avances técnicos en museografía, una potenciación de las funciones didácticas y de difusión, muy cercanas a las nuevas corrientes pedagógicas, y la consolidación de un panorama de instituciones nacionales e internacionales para el estudio, organización y funcionamiento de los museos que pretendían velar por la identidad de los pueblos. Esta corriente de pensamiento museológica será conocida como Nueva Museología, y en la actualidad como Museología Social. Los planteamientos de esta museología tienen ya cuarenta años de historia y siguen vigentes, tanto en los procesos museológicos comunitarios como en los denominados tradicionales. En líneas generales los museos están experimentando una renovación estructural y organizativa, profesionalizando y, en algunos casos, externalizando sus servicios para poder adaptarse a las nuevas necesidades patrimoniales y a los diferentes públicos. A esto se suma que las políticas cultural y museológicas buscan nuevas formas de atraer público, y nuevas formas de financiación para diversificar los ingresos y reducir la dependencia de los presupuestos públicos. Estos cambios se producen de forma más acelerada, y los museos locales no son ajenos a ellos, lo que no implica que su capacidad de asimilación y adaptación sea óptima. Estamos hablando de los museos que intentan alejarse de los circuitos turísticos de masa, ya que son considerados los recursos primarios para la planificación de la llegada de visitantes a un lugar determinado. Pequeños y medianos museos, donde las variables espacio y tiempo se configuran como ejes de una memoria patrimonial, en tanto que reflejan el pasado y sirven para la construcción de la intrahistoria, del rompecabezas de la micro-historia que en el fondo da sentido a la historia. En definitiva, aquellos museos que alargan sus funciones más allá de la cultura del ocio para llegar a la cultura del desarrollo. Es en estas variables donde se inserta esta investigación: en el estudio y análsis de las experiencias museológicas, las teorías y planteamientos que priorizarán los procesos sociales en la acción museológica, concretándolos en España.