Más allá de la eficaciacrítica y hermenéutica de la evaluación.
- Carlos Vicente Moya Valgañón Director
Defence university: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 08 June 2015
- Ramón Ramos Torre Chair
- Emmánuel Lizcano Fernández Secretary
- Carlos Jesús Fernández Rodríguez Committee member
Type: Thesis
Abstract
La tesis tiene por objeto la evaluación de programas e intervenciones públicas. Su propósito es determinar en qué condiciones y con qué efectos se producen los juicios evaluativos. Condiciones, y efectos que se inscriben en campos de relaciones de poder y en procesos de producción y recepción de discursos. El espacio de observación de la investigación se constituye en torno al caso español. El foco concreto del análisis empírico se sitúa en el ámbito de gobierno correspondiente a la política estatal de integración de inmigrantes. MARCO TEÓRICO El problema de investigación se ha construido a partir de los conceptos de crítica y hermenéutica: El sentido que en esta investigación se da al concepto de crítica se basa en la noción establecida por Michel Foucault en su curso del Collège de France de 1978-1979 (Naissance de la biopolitique), y desarrollada en las Conferencias Tanner, dictadas inmediatamente después. Asimismo, hemos considerado la relación del concepto de crítica con la categoría foucaultiana de gubernamentalidad y su aplicación específica al análisis del liberalismo. El sentido que se da a la noción de hermenéutica es doble: por un lado, un sentido amplio que identifica la hermenéutica con una forma de proceder al análisis e interpretación del discurso; por otro lado, un sentido más específico desde un punto de vista teórico, basado en las concepciones de Paul Ricoeur sobre la interpretación, que involucran una problemática ontológica y epistemológica. CONCLUSIONES En el desarrollo del dominio evaluativo y en la concreción del caso estudiado, encontramos en obra tres rasgos fundamentales atribuidos por Foucault a la gubernamentalidad liberal: 1. La utilidad y el interés como principios de racionalidad. 2. La distinción éxito/fracaso y el examen de los efectos como formas de establecer la verdad de la acción de gobierno. 3. La vigilancia sobre las intervenciones sociales, consideradas permanentemente bajo sospecha. Estos rasgos son condiciones básicas de las tecnologías liberales de gobierno y, asimismo, harán posible la formación del discurso y la práctica evaluativas. En este sentido, constituyen las condiciones globales de posibilidad de la evaluación como saber instrumental. La modalidad específica de liberalismo que se reproduce en el caso español se corresponde con el ideario de la Nueva Gestión Pública, que incorpora, como uno de sus instrumentos mayores, la evaluación de las políticas públicas. El elemento fundamental de esta tecnología de gobierno es la descentralización y el establecimiento correlativo de un contrato entre una gerencia central que fija los principios y objetivos generales de la acción de gobierno y encarga a una serie de agentes la misión de ejecutarla, proporcionándoles recursos para hacerlo. Estos elementos definen la forma históricamente concreta que adopta la gubernamentalidad liberal en los límites del caso, constituyendo, así, las condiciones de partida de la evaluación en ámbito político estudiado. La evaluación es una forma de poder-saber con efectos esperados bien definidos en el plano teórico: reordenación de políticas y racionalización de decisiones sobre las intervenciones públicas. Sin embargo, el cumplimiento de esos fines no se da en la práctica. Constatada la marginalidad de su uso instrumental directo, lo que permanece es la función políticamente legitimadora de la evaluación, cuya condición es la apropiación gubernamental de la función evaluativa. La apropiación verdaderamente hermenéutica de la evaluación, en el sentido ricoeuriano de ampliación del mundo y de la conciencia de sí del lector, se muestra impracticable en un espacio asimétrico determinado por el poder que ha instado los informes evaluativos y que espera de éstos la respuesta que ese poder ya se ha dado a sí mismo. En ese espacio de intereses prefijados no hay, en sentido hermenéutico, ni lector, ni lectura.