Una cubeta endorreica residual plio-pleistocena en la zona de relevo entre las fallas de Concud y Teruel: implicaciones paleogeográficas.
- Lope Ezquerro 1
- Paloma Lafuente 1
- Mª Dolores Pesquero 2
- Luis Alcalá 2
- Luis E. Arlegui 1
- Carlos L. Liesa 1
- Luis Luque 2
- Miguel A. Rodríguez Pascua 3
- José L. Simón 1
-
1
Universidad de Zaragoza
info
- 2 Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, Av/ Sagunto, s/n 44002 Teruel, España.
-
3
Instituto Geológico y Minero de España
info
ISSN: 0214-2708
Año de publicación: 2012
Volumen: 25
Número: 3-4
Páginas: 157-176
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Revista de la Sociedad Geológica de España
Resumen
La falla de Concud es una falla normal cuya dirección dominante NO-SE cambia a NNOSSE en su segmento meridional. Se aproxima así a la falla N-S de Teruel, con la que forma una zona de relevo diestra donde el desplazamiento es transferido entre ambas mediante una relay ramp con inclinación hacia el NNO. El sector del bloque superior enmarcado por el cambio de dirección de la falla de Concud y la relay ramp presenta la mayor subsidencia tectónica acumulada (290-300 m). En esa área subsidente quedó alojada, desde el inicio de la actividad extensional de la falla de Concud (finales del Rusciniense; 3,6 Ma), una cubeta residual endorreica rellena con depósitos aluviales y lacustre-palustres, mientras la sedimentación se interrumpía en el bloque inferior. Esta cubeta endorreica persiste hasta el inicio del Pleistoceno, tal como demuestra la edad proporcionada por un nuevo yacimiento de mamíferos (Rotonda Teruel-Centro; zona MN 17, Villafranquiense Medio). El sistema lacustre probablemente constituía en aquel momento el nivel de base local del sistema aluvial de Gea (glacis villafranquiense), que no se hallaría aún conectado a la red de drenaje externa. El cambio del endorreísmo al exorreísmo en el centro y norte de la cuenca de Teruel se habría producido por tanto algo más tarde dentro del Pleistoceno Inferior.