Implicaciones clínicas e histopatológicas de las citoquinas y quimiquinas séricas en la Leishmaniasis cutánea

  1. DRIKHA DE CHAMI, HOUDA
Dirixida por:
  1. Melchor Álvarez de Mon Soto Director
  2. Eduardo Reyes Martín Co-director
  3. Manuel Rodríguez Zapata Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 19 de decembro de 2006

Tribunal:
  1. Emilio Bouza Santiago Presidente/a
  2. Jorge Monserrat Sanz Secretario
  3. José Antonio Girón González Vogal
  4. Jesús Cuevas Santos Vogal
  5. Benito Fraile Laiz Vogal
Departamento:
  1. Medicina y Especialidades Médicas

Tipo: Tese

Teseo: 149068 DIALNET

Resumo

La leishmaniasis es una enfermedad producida por la picadura de flebotomos. Afecta a todos los grupos etarios. Produce trastornos clínicos cutáneos, cutáneo-mucosos y viscerales como Kalazar. Múltiples estudios se han llevado a cabo con el fin de establecer mejores conocimientos acerca de la respuesta inmunológica, clínica e histopatológicas producida por las leishmanias en el tejido, sin embargo, dichas investigaciones fueron realizadas in Vitro, y las hechas in vivo, la mayoría en células mononucleares de sangre periférica (PBMC). Por lo que nuestro objetivo fue desarrollar una investigación donde se correlacionaran las implicaciones clínicas e histopatológicas de las citoquinas y quimioquinas séricas, en leishmaniasis cutánea donde incluimos la citoquinas sCD40, sCD40L, sCD95/Fas, sCD178/FasL, GM-CSF, IL-10,IL-4, MPC-1, TGF-b1 e IL-8. Materiales y métodos. Se trata de un estudio observacional, analítico, prospectivo y descripcional de pacientes con leishmaniasis cutánea y controles sanos, y desde una perspectiva de análisis comparativo de esta patología con otras enfermedades granulomatosas, se incluyeron pacientes con enfermedad de Hasen y miscosis profundas. El estudio se completo con la cuantificación de la citoquinas séricas de forma evolutiva después de tratamiento intralesional de las lesiones con N-metilglucamina (Glucantime) en los pacientes con leishmaniasis cutánea. Los criterios inclusión y diagnósticos fueron: clínicos, parasitológicos, histopatológicos y cultivo. Todos los pacientes se les realizaron exámenes de laboratorio (hematológica completa, perfil hepático, química sanguínea, VDRL y VIH). Se incluyeron como variables clínicas: edad, sexo, tiempo de evolución, afectación de la cadena ganglionar, tamaño de lesiones, numero de infiltraciones y respuesta al tratamiento y variables histopatológicas: macrófagos, linfocitos, células gigantes, necrosis, vasculitis, granuloma organizado o no, de acuerdo a criterios cualitativos (abundantes, moderados, escasos o ausentes), patrones histopatológicos según la clasificación propuesta por Magalhaes el al 1986, quien propuso 5 patrones. Las variables inmunológicas fueron: (IL-10, sCD178/FasL, IL-4, sCD40L, sCD40, sCD95/Fas, TGF-b1, GM-CSF y quimioquinas MPC-1 e IL-8) séricas, fueron cuantificadas mediante ELISA. Resultados: Según los criterios diagnósticos considerados las Leishmanias que afectaban los tejidos, correspondían a Leishmania (V) braziliensis. Al analizar las concentraciones séricas de las citoquinas en el grupo de pacientes con leishmaniasis cutánea y grupo control sano, IL-10, SCD40 y GM-CSF están elevadas en leishmaniasis cutánea y sCD40L elevada en controles sanos. GM-CSF y TGF-b1 tenían concentraciones séricas elevadas en leishmaniasis cutánea en comparación con el grupo de pacientes con enfermedad de Hanse. Las concentraciones recias de sCD40 se encontraron elevadas en pacientes con micosis profunda en relación a los pacientes con leishmaniasis cutánea. Después del tratamiento, las conscentraciones sericas de sCD40 se encontraron elevadas en pacientes con micosis profunda en relación a los pacientes con leishmaniasis cutánea. Después del tratamiento, las concentraciones ericas de sCD40L aumentaron con respecto a los pacientes con leishmaniasis cutánea antes del tratamiento. En las formas ulcerada, había aumento de las concentraciones ericas de GM-CSF y MCP-1. En los casos con afectación ganglionar las concertaciones ericas de MCP-1 se encontraron elevadas. Los pacientes curados en menor tiempo, tenían concentraciones séricas de sCD95/Fas disminuido. Los casos de leishmaniasis cutánea que ameritaron menos tratamiento tenían concentraciones séricas de sCD40L elevadas. Hitopatologicamente la presencia de abundantes macrófagos y linfocitos, se correspondía con altas concentraciones séricas de GM-CSF. En los tejidos con abundantes células gigantes se relaciono con disminución en las concentraciones séricas de IL-10 y sCD95/Fas. El hallazgo de granulomas no organizados en tejidos se correlaciono con elevadas concentraciones séricas de sCD40L y TGF-b1. En el patrón histopatológico III había aumento de las concentraciones séricas de citoquinas sCD40L y el patrón IV están elevadas las concentraciones ericas de IL-4. Conclusiones. Según nuestros resultados concluimos que las concentraciones séricas de GM-CSF se encuentran significativamente elevadas en pacientes con leishmaniasis cutánea con respecto a los controles sanos y a pacientes con infecciones granulomatosas de la piel de otras etiologías y la misma esta relacionada con presencia de linfocitos y macrófagos abundantes en el tejido afectado. Con el tratamiento las citoquinas séricas tienden a la normalización. Se destaca el aumento de las concentraciones ericas de las citoquinas GM-CSF, MCP-1 e IL-10 en pacientes con patrón clínico de lesiones ulceradas. Igualmente la asociación de concentraciones séricas elevadas de MPC-1 cuando hay presencia de afectación ganglionar. Por lo tanto la leishmaniasis cutánea se asocia a una profunda alteración del patrón sérico de citoquinas y quimioquinas que alcanzan especial especificidad, con respecto al de otras infecciones granulomatosas cutáneas, en función al GM- CSF. Las anomalías del sistema inmunológico identificadas por las concentraciones séricas de estas citoquinas, se relacionan además con las características clínicas e histopatológicas de la enfermedad cutánea.