Enfermedad tromboembólica venosa aguda. Biomarcadores, escalas pronósticas y comorbilidad. Escala PESI e Índice de Charlson

  1. Molero Silvero, Esperanza
Dirigida por:
  1. José Javier Jareño Esteban Director
  2. Carlos Gutiérrez Ortega Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 16 de marzo de 2018

Tribunal:
  1. Santiago Coca Menchero Presidente
  2. Tomás Chivato Pérez Secretario/a
  3. Francisco Javier Gómez de Terreros Sánchez Vocal
Departamento:
  1. Medicina y Especialidades Médicas

Tipo: Tesis

Teseo: 561296 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

La enfermedad tromboembólica venosa aguda es una entidad muy frecuente pero infradiagnosticada, constituyendo un problema de salud de primer orden, con una prevalencia ligeramente inferior a otras entidades de origen vascular como por ejemplo el infarto agudo de miocardio o la enfermedad cerebrovascular aguda, pero su gravedad y consecuencias son equiparables a los anteriores. La prevención de las complicaciones a corto y largo plazo es fundamental por la repercusión funcional en el paciente y económica y de recursos para el Sistema Nacional de Salud que suponen. Hoy en día, disponemos de múltiples avances tecnológicos y de laboratorio que ayudan al apoyo o confirmación del diagnóstico. Recientemente, han surgido nuevos marcadores séricos que han sido de gran ayuda a la hora de diagnosticar, graduar y tratar esta entidad, como son la troponina T ultrasensible y el NT-proBNP. La escala de riesgo -PESI- (Pulmonary Embolism Severity Index) ha sido simplificada recientemente siendo más sencilla su aplicación y sin haber perdido capacidad pronóstica. La estratificación de los pacientes según su riesgo en: bajo, estándar, intermedio o alto, permite un manejo más certero. Igualmente, y dada la escasez en la actualidad de artículos o trabajos encontrados sobre el tema, haremos mención a lo largo de todo el trabajo al Índice de Charlson, score empleado en la valoración de la mortalidad, pero aplicado, en este caso, a los pacientes con TEP para intentar resaltar su importancia y su posible aplicabilidad en estos pacientes para ofrecer un manejo más estrecho. En nuestro trabajo, resaltamos la existencia de una población con Índice de Charlson elevado y la correlación entre este y la escala PESI con la mortalidad. El empleo de la ecocardiografía es de especial utilidad en aquellos pacientes catalogados como de riesgo intermedio-alto. Al evaluar la mortalidad, se observa un aumento significativo en los pacientes del grupo de alto riesgo, seguida del grupo intermedio; la mortalidad ha estado marcada por la presencia de cáncer. Con todo esto, pudimos concluir que la escala de Charlson se correlación mejor con la mortalidad al año del evento, con datos concordantes a los ofrecidos por la escala PESI y la escala PESI simplificada.