Evolución de la presión intraocular después de la cirugía de la catarata

  1. Arbona Bosch, Pedro
Dirigida por:
  1. Emeterio Orduña Domingo Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 10 de mayo de 2005

Tribunal:
  1. Melchor Álvarez de Mon Soto Presidente
  2. Manuel Rodríguez Zapata Secretario/a
  3. Alfonso Arias Puente Vocal
  4. Julián García Sánchez Vocal
  5. José Luis Encinas Martín Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

1. La cirugía de la catarata con implante de LIO en cámara posterior ocasiona un descenso de la PIO. El descenso promedio es de 3mm. De Hg. En pacientes normotensos con tensión igual o superior a 15 y de 6 mmm. De Hg. en hipertensos no tratados. En los tratados disminuye el nº de fármacos necesarios para alcanzar la PIO objetivo. 2. En normotensos que no sobrepasan los 15mmm. De Hg. La variación no es significativa. 3. Los descensos tensionales son prácticamente idénticos en los enfermos operados con cirugía extracapsular y en los sometidos a facoemulsificación. Los inervenidos con diferentes técnica en uno y otro ojo, no han presentado diferencias notables. 4. No hemos constatado variación digna de mención entre la PIO registrada al alta post cirugía de la catarata y la registrada, en los posteriores controles, a lo largo de los años. 5. La edad de los pacientes no influye en los resultados. Tenemos pacientes operados de un ojo muchos años después de serlo del primero con el mismo descenso en ambos. 6. Tampoco creemos que influya en los resultados tensionales el que la LIO haya sido implantada en saco o en sulcus. 7. Las conclusiones 3ª y 6ª nos llevan a opinar que la PIO de la persona que deba someterse a cirugía de la catarata no debe influir a la hora de optar por EEC. O facoemulsificación. Pensamos, sin embargo, que en la catarata hipermadura del hipertenso debemos decidirnos por la ECC. Recordamos a Y.D.H. cuando refiere ala falta de complicaciones en estos casos con EEC., frente la 6% de roturas de cápsulas con pérdida de vítreo y el 3,3% de otras incidencias que provocaron reconversión cuando efectúa capsulorexis con tinción. (50). Entendemos que estos pacientes (hipertensos) no deben exponerse a más problemas necesarios. 8. Creemos que no debe someterse a pacientes cataratosos a trabeculectomía simple aunque su agudeza sea superior a 5/10. 9. En caso de duda no inclinamos por operar la catarata y, antes de recurrir a la cirugía filtrante, esperar a conocer la variación de la PIO. 10. Cuando podemos conseguir la PIO objetivo con uno o dos fármacos es suficiente operar la catarata. 11. En los casos que 2 fármacos no son suficientes para obtener la PIO deseada, evitaremos la cirugía filtrante siempre que veamos posibilidad de que lo sena en el postoperatorio. 12. consideramos positivo que no se deje de incluir la cirugía del cristalino, cuando se exponen en los medios de control de la PIO, como un medio a tener presente. 13. Entendemos que la variación en los componentes del acuoso a filtrar por los mecanismos de evacuación, además de la posible disminución de la secreción por distinta regulación neurohumoral, ambas ocasionadas por la ausencia de metabolismo del cristalino, podrían no ser ajenas a la menor tensión postoperatoria que resulta de este y muchos otros trabajos. Nos parece interesante profundizar en estos dos puntos.