Exploración otoendoscópica con luz de banda estrecha para el estudio de la vascularización de la membrana timpánica normal y con perforación

Resumen

La vascularización de la membrana timpánica (MT) ha sido estudiada en cortes histológicos de huesos temporales y con menor frecuencia in vivo, mediante técnicas invasivas que requieren la introducción de contrastes o sustancias vasodilatadoras. La variada patología que afecta a la MT puede producir cambios en la misma, entre los que se encuentran un aumento inicial de la vascularización, seguido habitualmente de su disminución en la fase de secuela. El objetivo de este trabajo es comprobar si la asociación de la endoscopia tradicional con la luz de banda estrecha o Narrow Band Imaging (NBI), permite una valoración en detalle del patrón vascular de la MT. Exploramos cincuenta oídos normales y cien con perforación timpánica y comparamos los resultados con luz blanca y con NBI, prestando especial atención, en los oídos con perforación, a las áreas monoméricas, placas de miringoesclerosis y bordes de la perforación. Los criterios de exclusión fueron: haber supurado en los últimos seis meses, tener sospecha o evidencia clínica de colesteatoma o estar operado del oído estudiado. Utilizamos el naso-laringo video-endoscopio flexible y analizamos las molestias ocasionadas por la prueba mediante una escala numérica. Destacamos algunos aspectos de los resultados obtenidos. Sobre el grupo de oídos normales: los vasos se distinguen mejor en las regiones próximas a los dos plexos y en las regiones más gruesas de la MT. El plexo anular se compone de dos anillos, siendo el externo el que presenta mayores variaciones anatómicas. Existe preponderancia en la región anterior, mientras que en el caso del plexo maleolar esta preponderancia es posterior. En la pars tensa podemos encontrar vasos con una dirección diferente a la radial y una menor vascularización en el cuadrante posterosuperior. Sobre el grupo de oídos con perforación: con mayor frecuencia las perforaciones fueron pequeñas o medianas y se localizaron en los cuadrantes inferiores. Las mayores alteraciones vasculares tuvieron lugar en la pars tensa. El patrón vascular más habitual del borde de las perforaciones fue en anillo con ramificaciones al borde libre. Un tercio de los casos se veía mejor con NBI. Las placas de miringoesclerosis fueron hallazgos frecuentes, especialmente en los cuadrantes superiores. Su patrón vascular estaba alterado en un tercio de los pacientes y su visualización fue mejor con el NBI en el 75% de los casos. Las áreas monoméricas fueron hallazgos poco frecuentes. Presentaron un patrón vascular alterado y se observaron mejor con NBI en un 83% de los casos. Los valores de la escala numérica demuestran que esta prueba produce pocas molestias en los pacientes, obteniendo un valor medio de 0,58 en el grupo de oídos normales y de 0,72 en el grupo de oídos con perforación. Con este estudio demostramos la utilidad de la endoscopia con NBI para mejorar la visualización de los vasos de la MT en todas las regiones estudiadas, especialmente en aquellas con áreas monoméricas y placas de miringoesclerosis. Esto ofrece la posibilidad de realizar nuevos estudios que cuantifiquen, entre otras cosas, el éxito o fracaso del cierre de las perforaciones en función de la vascularización presente, pues se sabe que dicha vascularización es necesaria para favorecer su cierre.