Arteriosclerosis subclínica y disfunción endotelial en pacientes con espondiloartropatía
- ABDELKADER ABU-SNEIMEH, AFNAN
- Felipe Sáinz González Director
- Natalio García Honduvilla Co-director
Universidade de defensa: Universidad de Alcalá
Fecha de defensa: 30 de xuño de 2017
- María Julia Araceli Buján Varela Presidenta
- Manuel Fernández Domínguez Secretario/a
- Jose Luis Lopez Colon Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Antecedentes: las espondiloartropatías (EspA) abarcan un conjunto de enfermedades reumatológicas inflamatorias sistémicas. La espondilitis anquilosante (EA) y la artritis psoriásica (APs) son las formas más prevalentes de EspA, presentan un incremento de la morbimortalidad cardiovascular respecto a la población general que se cree debido a una arteriosclerosis acelerada. La homocisteína es un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardiovasculares (ECV), sin embargo, se dispone de poca información sobre los niveles de homocisteína en los pacientes con EspA y su posible implicación en la arteriosclerosis acelerada. Objetivos: principal: estimar la prevalencia de arteriosclerosis subclínica (grosor íntima-media y placas de ateroma en las arterias carótidas e índice tobillo-brazo), y disfunción endotelial en pacientes con EA y APs y analizar su relación con los niveles séricos de homocisteína. Secundarios: explorar la frecuencia de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) clásicos y los posibles determinantes de la arteriosclerosis subclínica y la disfunción endotelial relacionados con características clínicas o bioquímicas de la enfermedad reumática, y evaluar posibles diferencias en la afectación vascular entre EA y APs. Pacientes y métodos: estudio observacional transversal de 78 pacientes consecutivos, diagnosticados de EA y APs, según los criterios de Nueva York y CASPAR respectivamente, a los que se les realizó el estudio vascular entre julio de 2012 y enero de 2017. Fueron excluidos los pacientes con ECV previa, otras enfermedades inflamatorias sistémicas o comorbilidades que condicionen la supervivencia a medio plazo. Las variables de resultado, obtenidas mediante estudio vascular, consistieron en: a) grosor íntima-media (GIM) y presencia de placas de ateroma en las arterias carótidas; b) función endotelial mediante vasodilatación mediada por flujo (VDMF) en la arteria humeral; y c) índice tobillo-brazo (ITB). Se evaluó la asociación de estas variables de resultado con los datos demográficos, características clínicas, FRCV, parámetros analíticos, y tratamiento. Resultados: la totalidad de los pacientes de la muestra presentó algún tipo de afectación vascular, sin diferencias significativas entre las dos patología. La ateromatosis carotídea (placas de ateroma y/o GIM patológico) afectó al 42,6 % de los pacientes, la disfunción endotelial al 75,6% siendo grave en el 58% de los casos. Únicamente 5 pacientes (6,4%) presentaron un ITB patológico. Hasta un 30% de los pacientes presentó hiperhomocisteinemia. No se observó asociación entre la homocisteinemia y la arteriosclerosis subclínica. La edad y la hipertensión arterial fueron los principales determinantes del GIM patológico y la presencia de placas de ateroma. La disfunción endotelial se asoció de forma significativa al tratamiento con corticoides y a los niveles de proteína C reactiva (PCR). No se encontró asociación con el uso de terapia biológica. Conclusiones: los pacientes con EA y APs, sin ECV previa, presentan una elevada prevalencia de afectación vascular subclínica y de hiperhomocisteinemia. Sin embargo, los niveles de homocisteína sérica no condicionan la arteriosclerosis subclínica en este estudio. Al igual que en la población general, la edad es el principal determinante de la ateromatosis carotídea (placas de ateroma y/o GIM patológico). El tratamiento con corticoides y la elevación de la PCR se asocian significativamente con la presencia de disfunción endotelial, por lo que es posible que la reducción de los niveles de PCR y la limitación del uso de corticoides pueda mejorar el perfil de riesgo cardiovascular en estos pacientes. No se ha observado asociación entre el empleo de terapia biológica y la enfermedad vascular subclínica. Los resultados no mostraron diferencias significativas en la afectación vascular subclínica entre pacientes con EA y APs.