La influencia de las entidades bancarias en el gobierno de las empresas no financieras
- TEJERINA GAITE FERNANDO ADOLFO
- Valentín Azofra Palenzuela Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 21 de abril de 2006
- Álvaro Cuervo García Presidente/a
- Alfredo Martínez Bobillo Secretario/a
- Vicente Salas Fumás Vocal
- José Antonio Gonzalo Angulo Vocal
- Eduardo Bueno Campos Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El trabajo presentado se aproxima a una de las dimensiones menos estudiadas por el gobierno corporativo, y en particular profundiza en el carácter de los vínculos entre las entidades crediticias y las empresas no financieras desde la perspectiva de los nuevos derroteros teóricos, considerando el marco legal e institucional como elemento vertebrador de la estructura de propiedad y de gobierno de las diferentes economías. Desde esta perspectiva , nuestra investigación empírica parte de las peculiares relaciones banca-industria que determinan las características del gobierno corporativo de nuestro país, que enraizado en la tradición francesa de la civil-law -caracterizada por un escaso nivel de protección de los derechos de los inversores-, presenta un alto grado de concentración de la propiedad, lo que confiere gran relevancia a la identidad del accionista controlador. Nuestra investigación encuentra, por lo general, una relación positiva entre la participación bancaria y el valor de las empresas no financieras. No obstante la influencia de las entidades de crédito sobre el valor de las empresas participadas varía entre las diferentes submuestras analizadas. Tal influencia es especialmente relevante entre las empresas cuyo accionista de control no es una entidad bancaria, pero teóricamente, al menos, tiene una cierta capacidad de expropiar rentas, al poseer mayores derechos de voto que sobre los flujos de caja. En las empresas en las que el principal propietario no tiene diferencia de derechos, la influencia positiva y significativa sobre el valor se produce cuando la banca participa en la propiedad pero no figura como acreedora ni cuenta con asientos en el consejo. Finalmente, la relación se torna negativa en las empresas controladas por entidades bancarias con mayores derechos de voto que de propiedad.