Arte, Imagen y Derechos Humanos. Desde la inconclusa modernidad hasta la aún no construída posmodernidad

  1. Bautista Gómez, Juan Jorge
Dirigida por:
  1. Angel Llamas Gascón Director/a

Universidad de defensa: Universidad Carlos III de Madrid

Fecha de defensa: 28 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Ricardo García Manrique Presidente/a
  2. Javier Dorado Porras Secretario/a
  3. Miguel Ángel Ramiro Avilés Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis Arte, Imagen y Derechos Humanos. Desde la inconclusa modernidad hasta la aún no construida posmodernidad, ensaya una apuesta por la interdisciplinariedad. Y en su contenido el discurso jurídico se entrelaza con el discurso de las artes visuales. Varias interrogantes se encuentran inmersas en este planteamiento ¿Pueden las artes visuales, las corrientes artísticas o los artistas mismos influir en el discurso de los derechos y en la política? La historia del siglo XX y el momento contemporáneo dan varias muestras de este cruce de discursos y de la influencia que desde el arte se ha visto reflejada en el discurso de los derechos y de la política. A la par, desde la teoría y la filosofía del Derecho se ha ido paulatinamente desarrollando un terreno de influencias mutuas entre el arte y el derecho y entre el arte y los derechos, las manifestaciones más claras de esta interdisciplinariedad las podemos ver en las líneas de investigación que han ido cimentando terreno firme para estos debates. Por un lado se ha desarrollado una corriente de teóricos jurídicos y iusfilósofos que han decantado sus esfuerzos en la reflexión que refiere al Derecho y Literatura y por otro se ha desarrollado también una poderosa corriente de reflexión en torno a Derecho y Cine. Ambas líneas han logrado construir un puente de reflexión entre dos polos cognitivos aparentemente lejanos, separados y no conciliables: la ética y la estética, ambas disciplinas filosóficas. La ética claramente relacionada con la política, el Derecho y con los derechos, y la estética que pertenece primariamente al territorio artístico. El desarrollo cognitivo de estas intersecciones exitosas de disciplinas aparentemente dispares, ha demostrado como es viable ir más allá de los discursos allanados a sus propias y reductas metodologías, y que dicho esfuerzo en lugar de diluirse en un terreno desconocido y pantanoso, ha ido construyendo las bases para una sólida reflexión interdisciplinar. Para el caso de ésta tesis es importante partir de estas bases para ensayar una comunicación igualmente fructífera entre la política, el derecho, los derechos y las artes visuales, mismas que por su propia razón de visuales concretan sus trabajos en la construcción de imágenes. De éste modo en los diversos apartados que la componen se retoma la teoría de la imagen como realidad y/o como ficción, y se señala además que los artistas creadores de imágenes realizan su trabajo dentro de contextos culturales, jurídicos y políticos que en no pocas ocasiones se ven claramente reflejados en su reflexión visual, esto es, los creadores de imágenes al construir sus imágenes reflejan la realidad social, política y jurídica de su contexto, y en muchas ocasiones se convierten en verdaderos críticos de la realidad y tratan de influir en ella criticando, denunciando, develando, los abusos del poder, la arbitrariedad gubernamental, la violación de derechos, la violencia de Estado, las aberraciones políticas. Dentro de la historiografía contemporánea son fácilmente identificables artistas individualmente considerados, como grupos de artistas y/o corrientes artísticas que han hecho de su trabajo creativo un instrumento de crítica y de denuncia, y han esgrimido discursos visuales convertidos en muy específicas cosmovisiones por tratar de influir y cambiar el sistema de la arbitrariedad, el abuso del poder, el uso de la guerra para disuadir al diferente y/o eliminar política o físicamente al Otro. Así, las reflexiones de esta tesis están periódicamente ubicadas en el siglo XX hasta nuestros días, periodo temporal que se identifica con el de la modernidad, la modernidad desbocada, y el proyecto de la posmodernidad que no ha logrado concretarse como una realidad alternativa y que muchos críticos señalan de periodo ya superado. Esto es de vital importancia porque tal periodo abraza nuestra realidad actual, la que estamos viviendo hoy en día, periodo que está más lleno de incertidumbres que de claridades, en el que de repente se vive con bastante inquietud sin poder saber lo que pueda ocurrir, y si los sucesos futuros podrán ser de provecho para la humanidad o de una amenaza constante a la paz mundial. Los datos que al respecto arroja la realidad no son de lo más alentadores, crisis, desempleo, millones de personas viviendo en pobreza extrema, hambre, terrorismo, fundamentalismo en expansión, desplazamientos forzados, migración descontrolada, capitalismo desbordado, ausencia de liderazgos democráticos, separatismos, regímenes violentos, cambio climático, liderazgos mundiales antidemocráticos, racismo y xenofobia patrocinados desde la alta política y un largo etcétera, son estos entre muchos más paralelos, motivos de preocupación del momento contemporáneo Ante estos, y muchos otros datos más, igualmente crudos, los artistas han reaccionado con manifiestos, exposiciones, activismo, declaraciones, performance, happening y cuantas formas artísticas clásicas o inusuales se puedan imaginar. En el transcurrir de la tesis se analizan algunos casos altamente emblemáticos y trascendentes al respecto, verbigracia Pablo Picasso y su Guernica obra monumental que ha sido catalogada como uno de los íconos imprescindibles de la actualidad, en donde el artista malagueño denuncia con toda claridad las atrocidades de una guerra injusta que destruyo a una población inocente y inerme de modo desconsiderado, y que además fue claramente patrocinada desde las altas esferas de la política mundial. Otro caso de gran relevancia se refleja en la obra collage del creador John Heartfield, quien a través de la técnica del fotomontaje construyo un discurso de gran relevancia artística y crítica en contra del fascismo, señalando claramente como el uso indiscriminado del poder puede caer fácilmente en una abierta xenofobia racista, que puso en su momento en vilo a la humanidad entera, y que trajo como consecuencia una cruenta guerra mundial que termino con la vida de millones de personas, y la destrucción de ciudades y sociedades varias, semillas de esa política exacerbada aún dan sus propios frutos que se expresan en movimientos contemporáneos de neonazis, y de racismo peligrosamente vivos. Se analizan también algunos movimientos artísticos claramente identificables como el llamado Muralismo mexicano, por medio del cual un grupo amplio de principalmente pintores plasmaron en muros de edificios públicos una serie de murales que criticaron y denunciaron los abusos de las políticas de la colonización, y la sumisión, destrucción y aniquilamiento de las culturas indígenas en América Latina, cuestión que llevo a los pueblos étnicos de la región a una situación de mansedumbre que hasta el día de hoy aún se viven. De ahí que en estas sociedades latinoamericanas, emerja actualmente como respuesta, una lucha de reivindicación por el respeto de los pueblos indígenas en nombre del reconocimiento del pluralismo cultural y de la implementación de políticas multiculturales realmente respetuosas e incluyentes, dichos movimientos demandan que les sean respetadas sus formas de ser y entender la realidad y rechazan el capitalismo descarnado que va arrasando sin miramientos al diferente. Así, el muralismo ha alimentado este cambio, pues en los cientos de murales pintados, estas denuncias y demandas son evidentes y han hasta cierto punto provocado y despertado la consciencia de un pueblo mancillado. De hecho en el caso de México, el movimiento muralista aún sigue vivo y esto se denota en los murales contemporáneos que han pintado los indígenas de Chiapas, estado del sureste de México, quienes organizados en el llamado Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en estos días enarbolan una lucha hasta física con el gobierno mexicano, para mantener en grito permanente sus demandas de atención y respeto a su propia cosmovisión. Otro de los movimientos artísticos que se analiza en el transcurrir de la tesis lo es el del llamado “Body Art”. Se trata de un movimiento de gran trascendencia y actualidad y se ha desarrollado por más de cuarenta años hasta nuestros días. Es sumamente sui generis este movimiento. Los artistas han renunciado a los materiales básicos con los que ordinariamente se ha expresado el arte y han pasado a ocupar sus propios cuerpos físicos como la materia de expresión de su propio arte, así han sometido sus propias corporeidades a situación extremas y riesgosas, que en no pocas ocasiones han mermado su salud permanentemente, dichas acciones artísticas están claramente enfocadas a protestar, denunciar y denostar el abuso del poder, la violación de los derechos y las arbitrariedades patrocinadas a través de la política y el Derecho, sus acciones son de lo más disímiles y son de gran trascendencia pues hacen un uso virtuoso de los elementos mediáticos de hoy día, no se trata de un grupo homogéneo de artistas, sino de expresiones a veces grupales y a veces individuales. Los artistas de estas acciones no son en absoluto improvisados ni espontáneos, sino que se trata de auténticos creadores intelectuales con una alta preparación, y por lo mismo sus acciones trascienden más allá de los propios escenarios en que se desarrollan. Dicho movimiento, aún se encuentra en expansión en nuestros días y en vez de mermar ha ido ganando terreno y se ha expandido por el orbe, de modo tal que sus modos de expresión como lo son el happening y la performance son altamente recurrentes en nuestros días. A la par de los análisis de estas manifestaciones artísticas dentro de un terreno contemporáneo líquido según las apreciaciones y consideraciones del pensador Zygmunt Bauman, se aportan análisis de filósofos del derecho y la política como John Rawls y Jürgen Habermas entre otros autores contemporáneos de gran relevancia. Punto y aparte merecen las reflexiones del profesor Norberto Bobbio, quien en una de sus obras más polémicas El problema del positivismo jurídico supera la diatriba existente entre el positivismo jurídico y el iusnaturalismo, declarándose positivista estricto en ciertos terrenos y iusnaturalista moderado en otros. Cuestión que si bien ante los ojos de los analistas heterodoxos puede parecer contradictoria, sin embargo no lo es, pues los tiempos actuales y la realidad tan contundente que se vive, invitan a volver a reflexionar las categorías creadas por medio del debate analítico y a reconsiderar que encajonarse ciegamente en un terreno determinado no lleva a ninguna conclusión viable. Asoma entonces nuevamente la necesidad de la interdisciplinariedad metodológica y teórica, así como la posibilidad de asumir algunas posturas artísticas en la reflexión filosófica como lo es el collage, metodología contemporánea, digna a tomar seriamente en cuenta en nuestro tiempo.