El impacto religioso-cultural en el ecologismo africanola sociedad diola y serrer

Resumen

Los recurrentes fenómenos de catástrofes naturales que presenciamos en medio de nuestras comunidades demuestran que la destrucción ambiental y la explotación irracional de los recursos se han convertido en problemas que merecen respuestas urgentes en nuestra época. En este contexto, África contamina menos en comparación con los países del Norte, pero sufre las consecuencias de una manera dramática. Buscando entender estos problemas y sus repercusiones sociopolíticas, económicas, etc., estudiamos la dimensión ecológica en el seno de las tradiciones africanas, pero focalizándonos en Gambia y Senegal como casos de estudio. Partiendo de los valores religiosos, de las grandes tradiciones religiosas (cristianismo e islam) y las creencias ancestrales africanas, analizamos la relación Hombre-Naturaleza. Por último, nos hemos centrado en la sociedad Diola y Serer para ver si sus costumbres tradicionales pueden servir como mecanismos eficaces de protección ambiental. Llegamos a la conclusión de que, no solamente son eficientes sus prácticas locales, sino que también han de ser conservadas si queremos restaurar el equilibrio ambiental y la riqueza cultural de estas comunidades. Por medio de los mitos, tótems, tabús y las prácticas ancestrales, han desarrollado unos mecanismos que regulan el trato con la naturaleza, espacio que no es una mera materia externa, sino alberga los espíritus y ancestros, siendo lo que explica las formas locales de percibir al cosmos: respeto y reverencia. Dicho esto, los nuevos desafíos no significan meros problemas ambientales, también culturales e identitarios dado que, ante la destrucción de su ecosistema, se pierden unos estilos de vida que anteriormente favorecían la convivencia entre el hombre y las demás criaturas. Por otro lado, la adopción de las nuevas tecnologías y estilo de vida consumista, contribuyen a empeorar la situación, siendo lo que lleva a la mayoría de las personas en estas dos culturas a abandonar sus comportamientos que permitían consolidar el equilibrio. Por todo ello, aunque las culturales ancestrales son ventajosas para preservar el ecosistema, la fuerte influencia de la modernidad hace que, aún si desean regresar al pasado, la presión social hará que sigan abandonando sus costumbres. De ahí la complejidad del problema ambiental en el continente.