In the eye of the beholderprocessing, use, and attitudes towards (non-)sexist language in a second language
- SÁNCHEZ TORRES, MÓNICA
- Mercedes Díez Prados Director
- Peter Slomanson Co-director
- Juhani Klemola Co-director
Defence university: Universidad de Alcalá
Fecha de defensa: 14 April 2023
- Daria Dayler Chair
- Antonio García Gómez Secretary
- Liisa Mustanoja Committee member
Type: Thesis
Abstract
Esta tesis doctoral tiene como objetivo investigar el lenguaje sexista y no sexista en una segunda lengua (L2). En concreto, analiza el uso, las actitudes y el procesamiento del lenguaje sexista y no sexista en inglés ¿lengua con género nocional¿ por parte de hablantes cuya primera lengua (L1) es, o bien el español ¿lengua con género gramatical¿, o bien el finés ¿lengua sin género gramatical¿. La metodología se ha articulado en torno a datos procedentes de cuestionarios y de seguimiento ocular (eye tracking). La técnica de seguimiento ocular se diseñó con el objeto de analizar el posible efecto que la L1 y el género de una persona pudieran ejercer en el procesamiento de lenguaje sexista y no sexista, basándose en las teorías relativistas que sustentan que la lengua influye en la forma en que percibimos y comprendemos el mundo, así como en la hipótesis ojo-mente que sostiene que los movimientos oculares responden a las demandas cognitivas de la lectura (Henderson y Ferreira, 1990; Just y Carpenter, 1980; Reali et al., 2014; Reichle, Pollatsek, Fisher y Rayner, 1998). En las mediciones de seguimiento ocular realizadas para comprobar esta hipótesis, se ha empleado el análisis de la varianza (ANOVA test), usando como variables la duración de las fijaciones (fixation times) y el número de visitas (visit counts). La muestra consistió en 42 personas que estudiaban inglés en la universidad, de las cuales 22 eran hablantes nativos de español (6 hombres y 16 mujeres) y 20 nativos de finés (7 hombres y 13 mujeres). Por otra parte, se han utilizado cuestionarios para analizar el uso de palabras con género y las actitudes hacia el lenguaje sexista y no sexista en la L2. Los datos cuantitativos se han analizado con la prueba de ¿2, y los cualitativos, mediante el análisis de contenido inductivo (inductive content analysis). En el muestreo del cuestionario participaron un total de 327 personas, que cumplían los mismos requisitos del estudio de seguimiento ocular. De entre ellas, la muestra española consistió en 195 personas, de las cuales 154 eran mujeres, 38 hombres y 3 personas no binarias o que no quisieron especificar su género; y la muestra finesa estuvo formada por 132 personas, de las cuales 87 eran mujeres, 35 hombres y 10 personas no binarias o que no quisieron especificar su género. Los resultados del estudio muestran tres hallazgos principales. El primero es que, de acuerdo con el análisis de seguimiento ocular, ni la L1 ni el género de una persona afectan a la comprensión del lenguaje sexista y no sexista en la L2. Por lo tanto, no existe suficiente evidencia empírica para afirmar que la L1 o el género de una persona influyan en el procesamiento del lenguaje sexista y no sexista en una L2. El segundo hallazgo es que los hispano- y fino-parlantes utilizaron el género lingüístico de manera diferente. En particular, la muestra española empleó con más frecuencia palabras y/o con género gramatical, algunas de ellas percibidas como sexistas en inglés, así como un mayor número de estrategias de visualización, mientras que el grupo finés evitó expresar el género, tanto a nivel léxico como gramatical. Estas tendencias no solo se corresponden con las características gramaticales de la L1 de cada grupo, sino que también coinciden con las propuestas de lenguaje no sexista que se promueven respectivamente en finés y español. Es decir, tanto el tipo de lengua como las propuestas para evitar el lenguaje sexista en la L1 son fundamentales en la percepción sobre lo que es sexista o no en una L2, así como en el empleo de formas con género gramatical y/o léxico. Por otra parte, y de acuerdo con los resultados de esta investigación, hombres y mujeres usan el género léxico y gramatical de forma similar, lo que contradice estudios previos que señalan que las mujeres son más proclives que los hombres a evitar el lenguaje sexista (Parks y Roberton, 2002, 2004; Sarrasin et al., 2012; Douglas y Sutton, 2014).