Self-harm in impulsivity-related disorders

  1. de Valenciano de Mendoza, Eduardo
Dirigida por:
  1. Susana Jiménez Murcia Director/a
  2. Fernando Fernández Aranda Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 10 de junio de 2022

Tribunal:
  1. Miquel Casas Brugué Presidente/a
  2. José Manuel Crespo Blanco Secretario/a
  3. Ángela Ibáñez Cuadrado Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 797377 DIALNET

Resumen

Introducción La impulsividad es un constructo multidimensional que a menudo se define como la inclinación a actuar de forma rápida e irreflexiva, con poca consideración por las consecuencias del acto. Está presente de forma notable en diferentes trastornos mentales como las adicciones comportamentales y los trastornos alimentarios del espectro bulímico y, por este motivo, se pueden englobar bajo la etiqueta de trastornos relacionados con la impulsividad. Dado que ambos grupos de trastornos comparten niveles elevados de impulsividad, se ha planteado la hipótesis de que puedan compartir también correlatos clínicos, así como una elevada comorbilidad. Además, la impulsividad se asocia con la realización de conductas de riesgo, incluyendo las conductas autoagresivas. Las adicciones comportamentales engloban una serie de conductas adictivas que no comportan la ingesta de una sustancia. La primera adicción comportamental que fue formalmente reconocida fue el trastorno de juego, si bien otras formas de adicción comportamental, tales como el trastorno por videojuegos, la adicción al sexo y la adicción a las compras, están despertando un interés creciente en la comunidad científica. En todas ellas se observa una serie de características clínicas compartidas, entre las que destacan la alteración que provoca la conducta adictiva en las distintas áreas vitales del sujeto, la pérdida de control sobre la conducta y la persistencia en la conducta a pesar de las consecuencias negativas que genera. El término trastornos alimentarios del espectro bulímico engloba una serie de trastornos alimentarios que, por sus características, comparten elevados niveles de impulsividad, así como la presencia de conductas de atracón y/o de purga, que los distingue de otros trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa tipo restrictivo. Dentro de los trastornos alimentarios del espectro bulímico se encuentran la anorexia nerviosa tipo con atracones/purgas, la bulimia nerviosa, el trastorno de atracones, así como otras manifestaciones de trastorno alimentario, como el trastorno purgativo. Las conductas autoagresivas se suelen describir en un continuo que va desde las autolesiones no suicidas hasta la conducta suicida. Las autolesiones no suicidas incluyen la realización de acciones directas tales como hacerse cortes o golpease a uno mismo sin la finalidad de quitarse la vida y se acostumbran a llevar cabo para regular estados internos o interpersonales disfóricos. Si bien el término autolesión no suicida se acostumbra a reservar para las acciones directas, algunos autores han postulado ampliar el término para dar cabida a formas indirectas de autolesión como las conductas purgativas o el beber en exceso ya que también tienen el potencial de comprometer la integridad física del sujeto a largo plazo. Por su parte, la conducta suicida incluye manifestaciones como la ideación y los intentos suicidas que sí tienen como objetivo quitarse la vida. Las conductas autoagresivas constituyen un grave problema clínico y de salud pública. Dada su elevada asociación con la impulsividad, se requieren más estudios que exploren la prevalencia y los correlatos clínicos de estas conductas en aquellos sujetos con trastornos especialmente susceptibles de realizar este tipo de conductas como son las adicciones comportamentales y los trastornos alimentarios del espectro bulímico. Hipótesis y objetivos Con base en la literatura existente, se propone la hipótesis de que las adicciones comportamentales y los trastornos alimentarios del espectro bulímico compartirán una serie de correlatos sociodemográficos y clínicos asociados con la conducta suicida tales como el desempleo y la sintomatología depresiva, si bien las particularidades de cada trastorno conducirán a que ciertos correlatos aparezcan de forma exclusiva vinculados con cada uno de los trastornos. En el caso de las adicciones comportamentales, se hipotetiza que el género femenino y la falta de apoyo familiar incrementarán el riesgo de presentar una historia previa de conducta suicida. Concretamente, se formula la hipótesis de que las pacientes con trastorno de juego de modalidad no estratégica serán más susceptibles de mostrar una historia previa de conducta suicida, ya que las mujeres acostumbran a utilizar el juego de apuesta como forma de regulación emocional. Además, el hecho de que la presencia de la conducta suicida se asocie a mayor severidad del trastorno, se espera que conlleve peores resultados del tratamiento psicológico. En cuanto a la prevalencia de la conducta suicida en las adicciones comportamentales, se propone como hipótesis que aquellas adicciones que habitualmente se asocian a sentimientos de vergüenza y culpa –como el trastorno de juego, adicción al sexo y adicción a las compras– muestren prevalencias más elevadas en comparación con el trastorno por videojuegos. En relación con las autolesiones no suicidas, se espera que los pacientes con trastorno de juego que incurren en estas conductas sean más jóvenes, presenten mayor severidad del trastorno de juego, peor estado psicopatológico, mayores niveles de desregulación de las emociones e impulsividad y rasgos de personalidad disfuncionales. Además, se espera que los pacientes con una presencia más frecuente de autolesiones no suicidas tengan un mayor riesgo de llevar a cabo conductas suicidas. En el caso de los trastornos alimentarios del espectro bulímico, la juventud se hipotetiza como un factor predictor de un mayor riesgo de conducta suicida. Respecto a las formas indirectas de autolesiones sin finalidad suicida, se estima que las pacientes con trastorno purgativo emplearán el vómito como forma predominante y que las pacientes con conductas purgativas presentarán un peor estado psicopatológico. En esta tesis, se planteó como objetivo principal examinar la prevalencia de la conducta autoagresiva y los correlatos sociodemográficos y clínicos asociados en pacientes con trastornos relacionados con la impulsividad. Se planteó también evaluar la respuesta al tratamiento psicológico de los pacientes con trastorno de juego y conducta suicida, así como estudiar las características clínicas de los pacientes con formas indirectas de conductas autolesivas sin finalidad suicida en el trastorno purgativo. Método La presente tesis se compone de un total de cinco artículos que se han llevado a cabo con muestras clínicas de pacientes atendidos en las Unidades de Adicciones Comportamentales y de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitari de Bellvitge. Para la recolección de los datos, se emplearon la entrevista clínica semiestructurada, así como instrumentos de medida auto-reportados previamente validados en población española. Resultados Las conductas autoagresivas son prevalentes en población clínica con trastornos relacionados con la impulsividad, como las adicciones comportamentales y los trastornos alimentarios del espectro bulímico, especialmente en los subtipos purgativos de éstos últimos. Se han identificado una serie de correlatos clínicos asociados a la conducta suicida compartidos por ambos grupos de trastornos tales como el desempleo, la edad temprana de inicio del trastorno, un peor estado psicopatológico y el rasgo de personalidad de autotrascendencia. Concretamente, en el caso de las adicciones comportamentales, la mayor prevalencia de ideación suicida se halló en el trastorno de juego, seguido de la adicción a las compras y la adicción al sexo, mientras que la mayor prevalencia de intentos suicidas se encontró en la adicción al sexo, seguida de la adicción a las compras y el trastorno de juego. Asimismo, se halló que las autolesiones no suicidas están presentes también en pacientes adultos con trastorno de juego, afectando de forma más notable a los adultos más jóvenes y a aquellos de clases sociales más bajas. Los correlatos clínicos asociados a la conducta suicida en pacientes con adicciones comportamentales fueron el género femenino y la falta de apoyo familiar y, en el caso concreto del trastorno de juego, lo fue el hecho de ser mujer con preferencia por los juegos no estratégicos. Contrariamente a lo que se esperaba, el hecho de presentar una historia previa de conductas suicidas no implica una peor respuesta al tratamiento psicológico. En relación con los trastornos alimentarios del espectro bulímico, cabe destacar que una mayor duración del trastorno, un menor nivel educativo, así como el rasgo de personalidad de dependencia a la recompensa se asocian a un mayor riesgo de presentar conducta suicida. Respecto a las formas indirectas de autolesiones sin finalidad suicida como la purga, su presencia en el caso del trastorno purgativo se asocia a un peor estado psicopatológico. Conclusiones Las autolesiones sin finalidad suicida y la conducta suicida en pacientes con trastornos relacionados con la impulsividad son una condición comórbida frecuente que merece especial atención en la evaluación y el tratamiento de este perfil de individuos. En la presente tesis, se ha determinado la prevalencia de las conductas autoagresivas en estos trastornos y se han identificado ciertos correlatos sociodemográficos y clínicos asociados a estas conductas, hecho que puede ayudar a identificar a aquellos pacientes con mayor riesgo de incurrir en ellas. Se requieren más estudios que traten de identificar otros factores asociados a su ocurrencia con el objetivo de prevenir y detectar de forma precoz estas conductas tan dramáticas