Contribución de la rehabilitación en pacientes de la unidad de ictus en términos de discapacidad y calidad de vida

  1. Sanchez Tarifa, Maria Pilar
Dirigida por:
  1. Antonio Alvarez Badillo Director/a
  2. B. Palomino Aguado Directora
  3. Lorenzo Jiménez Cosmes Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Raquel Valero Alcaide Presidente/a
  2. Enrique Varela Donoso Secretario/a
  3. Fernando Gómez Muñiz Vocal
  4. Carolina de Miguel Benadiba Vocal
  5. Juan Carlos Miangolarra Page Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El objetivo de este estudio es valorar la discapacidad y la calidad de vida -mediante distintas escalas específicas de valoración- en los pacientes con ictus isquémico de nuestra área de población tras un programa específico de tratamiento rehabilitador, así como determinar los factores predictores de discapacidad y los factores significativos de destino al alta hospitalaria de los pacientes con ictus isquémico. Realizamos un estudio epidemiológico observacional prospectivo en una muestra de 100 pacientes derivados al Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Ramón y Cajal desde la Unidad de Ictus de dicho hospital, entre marzo 2011 y junio 2013, por el diagnóstico de ictus isquémico y que precisaban un programa de tratamiento rehabilitador específico. Posteriormente comparamos los pacientes que continuaron el tratamiento rehabilitador en su domicilio al alta hospitalaria con los que lo hicieron en una unidad de media estancia (UME).Se observó una mejoría en la gravedad inicial del paciente (valorada mediante NIHSS) que puede observarse ya desde el primer mes, con una disminución del porcentaje de ictus graves (del 53% al 36%) a expensas de aumentar los ictus leves (del 11% al 48%), y en mayor medida al tercer mes, en el que la mayoría eran ictus leves (70%).En cuanto a la evolución de la discapacidad, valorada mediante la escala modificada de Rankin (mRs) y la escala de Impacto del Ictus (SIS-16), se obtuvo también una reducción progresiva del porcentaje de pacientes con discapacidad tras el tratamiento rehabilitador.En cuanto a la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) valorada mediante la escala EQ-5D, la dimensión más afectada fue la de actividades cotidianas seguida de la de movilidad. La media de EVA EQ-5D fue de 54,64 (estado de salud auto-percibida, al tercer mes, regular). El 54,32% de nuestros pacientes, al tercer mes del alta hospitalaria y tras haber recibido tratamiento rehabilitador, percibió su salud como mala, el 18,52% como regular, el 19,76% como buena y el 7,4% como muy buena. El índice CVRS fue 0,5166 (máximo 1, mínimo -0,0757). Se obtuvo una pérdida media de 9,71 años de vida ajustados por calidad de vida. La relación de la gravedad inicial (NIHSS) con la escala SIS-16 al mes y al tercer mes del alta (p=0,008 y p=0,048) y con la escala mRS al alta y al mes (p=0,001 y p=0,045) fue estadísticamente significativa. Una mayor gravedad inicial del ictus se asoció a una mayor discapacidad, a una mayor gravedad de la depresión y a problemas mayores en la dimensión de actividades cotidianas.Se obtuvieron resultados estadísticamente significativos en las dimensiones de movilidad, autocuidados, actividades cotidianas y ansiedad/depresión al asociarlos con la discapacidad valorada con la escala SIS-16 (p=0,007; p=0,001; p=0,000 y p=0,013, respectivamente) y en la dimensión de autocuidados en el caso de la mRs (p=0,015). En estas dimensiones en las que se encontraron resultados significativos, los pacientes con algún o muchos problemas (niveles 2 y 3) son los que presentaron mayor porcentaje de pacientes con discapacidad.Se encontró asociación significativa (p < 0,05) entre complicaciones, gravedad inicial, depresión, discapacidad (SIS-16), CVRS (EQ-5D), y el destino al alta; es decir, la aparición de complicaciones, una mayor gravedad inicial, la presencia de depresión, una mayor discapacidad al alta y la menor CVRS fueron factores significativos para la derivación al alta hospitalaria a una UME. Y, por el contrario, la ausencia de complicaciones, una menor gravedad inicial, la ausencia de depresión, una menor discapacidad al alta y una mayor CVRS al tercer mes fueron factores significativos de derivación al alta hospitalaria a su domicilio..